La tendencia a desarrollar robots lo más parecidos a los seres humanos se debe, supuestamente, a varias razones. Una de ellas es que los robots con una apariencia humanoide son más fáciles de interactuar, ya que se parecen a nosotros y podemos entender sus acciones y movimientos de una manera intuitiva. Esto es especialmente importante en aplicaciones donde los robots deben interactuar con personas, como en el servicio al cliente, la atención médica o la atención a personas mayores.
No obstante, lo anterior la creación de máquinas muy parecidas a los humanos puede plantear varios problemas. Uno de los principales es la privación de empleos, ya que las máquinas pueden remplazar a los trabajadores humanos en ciertas tareas (ahora consideradas "de poco valor"). Además, también está el tema de la privacidad y la seguridad, ya que las máquinas podrían acceder y recolectar información personal sin el consentimiento de las personas; también, la discriminación, ya que las máquinas podrían ser programadas para tratar a ciertas personas de manera diferente. Otro tema importante, es la falta de responsabilidad en caso de accidentes o daños causados por las máquinas, ya que podría ser difícil determinar quién es el responsable; o bien, los problemas psicológicos en las personas, como el efecto "Valley Uncanny" mencionado anteriormente.
Es importante tener en cuenta los beneficios y los riesgos de desarrollar robots con apariencia humana y habilidades cognitivas tan avanzadas, pero ¿hasta qué punto debemos seguir avanzando en esta dirección? ¿realmente queremos crear máquinas que se parezcan cada vez más a nosotros? ¿Estamos preparados para afrontar las consecuencias que ello conlleva? Son preguntas que debemos reflexionar y tener en cuenta a medida que continuamos avanzando en el desarrollo de la robótica y de la inteligencia artificial aplicada en este ámbito.
Este video es sólo un ejemplo que muestra cómo la tecnología está avanzando a un ritmo vertiginoso y cada vez nos acercamos más a la creación de máquinas casi idénticas a las personas. En este contexto, se vuelve fundamental considerar tanto los beneficios como los riesgos potenciales de esta tecnología y asegurarnos de establecer medidas para garantizar su uso ético y responsable.
